“La tercera es la vencida”. Es muy probable que esta frase la escuchemos, cuando en un principio, aquello, no salga como nosotros queremos, pero ¿por que esperar una tercera ves?, ha pasado ya dos veces, si, dos veces en las que tu y yo, ya no tenemos una conversación como las que solíamos tener, ¿porque? No lo se, o tal vez si, hoy no quise hablar por temor a sentir tu indiferencia una ves mas, quizá no te ayas dado cuenta pero ello me afecta demasiado. En ti he encontrado, algo mas que una amiga, has despertado en mi un sentimiento que ha crecido como las llamas del fuego y que se propaga cada ves que el viento sopla, quizá no entiendas esta metáfora o tal ves si, en fin, lo que te trato de decir es que soy como el fuego y cada cosa que haces y dices, en resumen, tú… eres el viento.
Todas las cosas caen por su propio peso, si el destino nos quiere juntos como hasta ahora, entonces así será.
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