martes, 22 de julio de 2008

sabores amargos

La infidelidad ha traído más de un dolor de cabeza a cualquiera que ha tenido compromiso alguna vez en su vida. Muchos dirán que cuando uno está con la persona correcta no se tienen ojos para mirar al lado, es una creencia. Uno no puede poner en la balanza años de relación o lo que se construye con alguien sólo por un beso o sexo con una persona desconocida.

No me resulta difícil ser fiel mientras estoy con alguien a la que verdaderamente ame y porque nunca me he visto enfrentado a una situación en la cual podría serlo.

¿Es necesario que exista un sentimiento tan profundo y complejo como el amor para serle fiel a una persona?

La fidelidad es la exactitud que tenemos de cumplir con nuestro compromiso y la constancia que ponemos en ello, considerando un beso y el sexo con personas ajenas a tu pareja, como un acto de infidelidad.

Somos seres con límites e imperfectos, entonces debemos asumir nuestras limitaciones.

Al final sea cual sea la situación en la que estamos, debemos tratar de que nuestro poder de razón le gane a nuestro instinto, pero al ser limitados e imperfectos, debemos asumir que no siempre será así. Esto no es para justificar el ser infiel y no sentirse culpable, es más bien para que si algún día lo somos no disfracemos la situación y no adecuemos un concepto a lo que a nosotros nos pasó. Si vivimos en un mundo lleno de gente dispuesta, y si es tanta nuestra necesidad de sexo por la vida no tenemos por que dañar a personas que nos quieren y que sí nos respetan.

No hay comentarios: